Un niño con autoestima será un adulto con autoestima

Un niño que crece sabiendo que puede convertir sus ideas en realidad será un adulto que persiga sus sueños 

Un niño que se siente amado y respetado incondicionalmente identificará y se protegerá ante otro tipo de relaciones

• Que todas las personas nacemos con autoestima

• Que la perdemos durante la infancia debido a las experiencias vividas

• Que proteger la autoestima de nuestros hijos está en nuestras manos

• Que podemos evitar cualquier tipo de maltrato en su infancia, adolescencia o edad adulta

• Que de ello dependerá el tipo de relaciones que acepte en el futuro, ya sea de amistad, de pareja o laborales

• Que son conocedoras de la valía de sus hijos

• Que son conscientes de que sus hijos merecen ser valorados y respetados

• Que han decidido cuidar y fomentar la autoestima de sus hijos para que no tengan que perder tiempo y dinero en su edad adulta en sanarla y recuperarla 

• Que sueñan con acompañar a sus hijos en su desarrollo de manera respetuosa para que lleguen a ser las personas que han venido a ser

• Que confían en la naturaleza de sus hijos

• Que sienten que hay otra manera de vivir la maternidad y no quieren renunciar a ella

• Que están decididas a apostar por sus hijos para que alcancen la mejor versión de sí mismos

• Que conocen el potencial ilimitado de una persona empoderada

• No dejarás pasar nunca más la oportunidad para proteger la autoestima de tu hijo

• Dejarás de sentirte víctima y vulnerable para sentir la seguridad que sólo nos ofrece el tener las herramientas adecuadas

• Transmitirás a tu hijo todo ese conocimiento para que su autoestima nunca más esté en manos de otros

• Os sentiréis seguros de vuestros pasos gracias a esa autoestima que acompaña a tu hijo mientras crea su camino

• Te sentirás tranquila y orgullosa de poder ofrecer a tu hijo aquello que necesita

DICEN DE MÍ:

«Merce es una de la causalidades de mi vida. Nos encontramos en una formación, y a partir de entonces siempre hemos llevado caminos paralelos, desde esa amistad profunda en la que no necesitas verte ni tocarte para saber que estás ahí, antes por nuestras ocupaciones, ambas madres y trabajadoras, y ahora también por las cosas de la pandemia. Es una mujer impresionante, una persona extraordinaria, una madre de las que casi ya no quedan, y una profesional de la crianza y la educación excepcional, y os lo digo porque también yo trabajo en el mismo campo. De Merce me sorprende y me aporta todo, pero la manera libre y natural en que entiende la vida, y cómo desde ahí ofrece a sus hijos ese camino de vida empoderado y consciente, dispone de toda mi veneración. Nuestros hijos, sin duda, lo único que de verdad necesitan, es que les queramos incondicionalmente, y, ¿qué mejor manera de hacer eso, que dándoles herramientas y libertad para usarlas, desde el sostén y el apoyo del amor incondicional? Si queremos para nuestros hijos esa autonomía que les llevará al aprendizaje desde la motivación, y de ahí a la autoestima, sin duda, esa es la única manera. Porque sin autoestima, un ser humano no está completo. Gracias infinitas, Merce Pérez, por estar en mi vida, pero, sobre todo, gracias de parte de todos esos niños cuyos padres reciben de tí, porque obtienen el mejor regalo. Una vida empoderada y feliz.»   ∼Raquel Villaescusa∼

SOBRE MÍ:

Soy Merce Pérez, trimadre, doula, asesora de crianza consciente y educación emocional, autora de los libros “CONECTADOS. El Arte olvidado de la Crianza Consciente” y “Crianza en la Naturaleza, Educación en Valores” pero, sobre todo, inspiradora de madres que desean conectar con sus hijos y potenciar el desarrollo de su ser esencial mientras viven la crianza de manera consciente y respetuosa, basada en el amor y la comunicación. Hace trece años nació mi mayor maestro, mi hijo Marcos, un espíritu libre con el carácter de un líder nato. Acompañar su desarrollo desde la confianza y el amor me devolvió como regalo el privilegio de ser el primer testigo de verle crecer con una gran auto-confianza, seguridad y manejo de sus posibilidades. Algunos errores que cometí en el camino también me mostraron el efecto que provocaban. Ahora, con toda mi experiencia y formación, acompaño a familias para que puedan vivir el desarrollo de la mejor versión de sus hijos.