google2fe1c6f792688070.html

Pues sí, lo hace exactamente para eso, para llamar la atención. Cuando un niño hace “trastadas”, “travesuras”, aquellas cosas que sabe que no queremos que haga, se enfada con facilidad, tira o rompe cosas, se cae constantemente, molesta a su hermano o retrocede en sus logros, está pidiéndonos ayuda a gritos. Lo que me duele es que necesiten llegar a tener que pedirlo así porque no encuentran otra forma de que les hagamos caso. No olvidemos que cuando uno se siente bien, se comporta bien.

Normalmente hemos aprendido a no hacer caso a esas señales, pero, no por ignorar una necesidad, va a desaparecer… Imagina que compartes con tu pareja, un amigo o una persona importante para ti que últimamente te sientes muy estresada y necesitas un masaje. No sólo te contesta que eres una exagerada si no que, además, te amenaza con que no tendrás vacaciones si sigues con tu queja. El hecho de ignorarlo, de no escucharte y querer negarlo, no provoca la desaparición de tu necesidad. Simplemente puede suceder que te sientas sola, incomprendida y que se genere una distancia emocional entre vosotros por no poder comunicaros con comprensión.

Los niños viven en el aquí y en el ahora, sintiendo sus emociones y sus necesidades, en ocasiones, aunque nosotros no podamos entenderles, no encuentran la forma de gestionar eso que les sucede, pero vemos que se alteran. Ellos dependen de nosotros, no harán aquello que les digamos, pero sí aprenderán a hacer lo que copien de nuestras acciones. 

Por eso, esos momentos en que les vemos desconectados, causando malestar a su alrededor, es una oportunidad para pararnos junto a ellos y ponerle palabras a lo que estamos observando, a cómo nos parece que se están sintiendo ellos, por qué pensamos que puedan estar actuando así y qué puede ser que están necesitando realmente. Como por ejemplo: “Me parece que estás aburrido, mamá está trabajando sin parar y sabes que si te caes/molestas a tu hermanito voy a venir a haceros caso…”

No veo nada malo en que un niño pida aquello que necesita, ya sea un vaso de agua o apoyo emocional, lo que veo nocivo es que aprenda a pedir lo que necesita desplazadamente, o sea, en forma de conflictos, comida, comprar juguetes… Al igual que me preocupa que esas demandas de atención no sean atendidas y nombradas por el adulto, porque el niño primero pedirá sustituir su necesidad emocional con algo, pero si tampoco así lo consigue, dejará de pedirla porque comenzará a pensar que no importa y eso daña su autoestima.

Por eso, te invito a que la próxima vez que observes en tu niño un comportamiento para llamar la atención, lo aproveches para establecer unas herramientas de identificación, comunicación y re-conexión.