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Nuestros bebés nos piden brazos para sentirse seguros. Después de estar toda su vida en el vientre materno con todas sus necesidades cubiertas, su temperatura perfecta, el cobijo del útero, el suave tacto del líquido amniótico, las luces y los sonidos atenuados….. salir al mundo y encontrarse tantas sensaciones nuevas y taaaannnn intensas….. puede resultar muy agresivo. Así que, si os habéis dado cuenta, estos bebés tan listos, nos piden que les guardemos en nuestros brazos, pegaditos a nuestro cuerpo, para poder seguir regulando su temperatura, escuchando nuestro corazón, alimentándose con facilidad cada vez que lo necesiten y satisfaciendo sus necesidades lo mejor posible mientras van creciendo y adaptándose a este mundo tan diferente.

Y, ¿qué te pasa a ti cuando puedes satisfacer fácilmente tus necesidades? ¿Cómo te sientes cuándo otra persona te tiene en cuenta y se encarga de que tengas todo aquello que necesitas? Lo que sucede es que nos sentimos bien, como cuando vamos a un resort, a un retiro o a un masaje, sentimos que somos los reyes del mundo y que la vida es maravillosa….. Pues imagina que crecemos así… y que vivimos así…

Cuando tienes tus necesidades cubiertas, cuando otra persona se preocupa por tu bienestar, sientes que vales, que importas, y esto los bebés lo traen de origen. Es conforme crecemos, cuando nuestras necesidades no se ven atendidas, cuando no se le da importancia a aquello que pedimos, cuando nuestra autoestima se daña.

Y es así como el porteo puede ayudarnos a cuidar esa autoestima que trae nuestro bebé:

  • Mantiene a nuestro bebé cerca de nosotros para poder observar su comunicación antes de que necesite decírnoslo con el llanto
  • La cercanía nos permite atender sus necesidades antes y con mayor efectividad (necesidad de temperatura, alimento, limpieza, dormir,…)
  • Puede venir con nosotros a todos los sitios
  • Podemos prestarle otro tipo de atención constantemente, hablarle, cantarle, acariciarle… incluso mientras hacemos otras tareas o atendemos a otro niño
  • Puede dormir plácidamente sobre nuestro cuerpo mientras percibe nuestro olor y el latido de nuestro corazón

¿Habéis tenido alguna vez un bebé dormido en vuestros brazos? ¿Habéis puesto alguna vez una prenda de la madre junto a un bebé para que se quede dormido? Esa seguridad y placer infinito que sienten, les ayuda a proteger su autoestima.

Recuerda, es mucho más fácil cuidar la autoestima que tener que recuperarla más adelante.

¿Te lo habías planteado alguna vez? ¿Tú también lo ves así?

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Que tengas un hermoso día!!!