google2fe1c6f792688070.html

Que «LOS NIÑOS SON UNOS EGOÍSTAS» es algo que estamos acostumbrados a oír y que damos por sentado.

De hecho, nos sorprendemos cuando pedimos a un niño que comparta algo y lo acepta.

A mis hijos Álex y Martina no les gusta nada viajar, para ellos es un mal trago, se aburren, necesitan moverse más, a ratos se marean…

Este fin de semana me han acompañado haciendo más de 800 kms para que yo pudiera participar en un festival y atender unas asesorías de porteo. No diría nunca que se han comportado de forma egoísta. Ellos han comprendido que era importante para mí y, a su vez, hemos buscado la forma de hacérselo fácil: hemos viajado en caravana para poder parar o incluso dormir , hemos visitado zonas y eventos al aire libre, con horarios flexibles y les hemos informado anticipadamente de las actividades en las que yo participaba y sus horarios. De esta forma, se han sentido tenidos en cuenta, han disfrutado la parte positiva del viaje y les hemos acompañado en la que más les cuesta. Si se sienten tenidos en cuenta, ellos también podrán tener en cuenta a los demás.

Vuelvo a casa llena y agradecida por las personas apasionadas que han asistido este finde a mis encuentros y por el apoyo incondicional que he sentido por parte de mi familia. Gracias Marcos, Álex y Martina por vuestra paciencia, gracias Ariel por tu apoyo y por conducir taaanta horas para que yo pueda ir acompañando a los peques. Gracias Lupi y Salma por vuestra acogida siempre y gracias a todos por vuestra aceptación, porque para que yo pueda comenzar a compartir aquello que la maternidad me ha ido enseñando, hace falta mucho trabajo en equipo detrás y parte de ellos son niños.

¿Quién dijo que los niños son egoístas?

Los niños son egoístas cuando no les queda otro remedio que serlo para poder recibir algo de lo que necesitan…