google2fe1c6f792688070.html

EL MIEDO.  

Gran palabra, gran emoción. Solemos rechazarlo y pedir a nuestras criaturas que también lo hagan, que no lo escuchen, que lo aparten a un lado para no mirarlo, no verlo y así pensar que no está. Sin embargo, el miedo es nuestro aliado, la naturaleza lo diseñó para cuidarnos, para protegernos de aquello que no nos viene bien, para avisarnos y alertarnos cuando percibimos que la amenaza que supone una situación es mayor que las herramientas con las que contamos para superarla, así que vamos a aprovecharla a nuestro favor.

 

En esta época en la que vivimos el miedo lo inunda casi todo y nuestras criaturas están percibiéndolo por doquier, sin haber podido desarrollar aún herramientas suficientes y necesarias para protegerse de ello. 

 

Suelo recurrir a experiencias propias ya que pienso que aquello que a mí me sirvió, puede ser también de utilidad para otras personas. Habitualmente comparto sobre la experiencia con mi hijo mayor Marcos, un niño intenso que en algunos momentos de nuestra vida ha necesitado más amor y atención de la que le he podido dar. Esta situación provocó que hace unos años desarrollara algunos miedos. Según muchos hemos aprendido eran miedos sin fundamento, sin ninguna razón. Sin embargo, los miedos son así algunas veces… y más en los niños… En realidad, esos miedos que nos parecen absurdos, están mostrando una sensación de desprotección, de debilidad,… Necesitan ayuda!! 

 

Muchas veces recurrimos a negar el miedo para hacer que no existe. De esta manera, lo único que conseguimos es que el peque se sienta más solo aún, más incomprendido… y, si estás sólo y sin herramientas ante una situación que sientes como una amenaza, el miedo aumenta. Te puedo garantizar que poco a poco, sin presión, sin negar su miedo, acompañándolo y ofreciéndole escucha, aceptación y amor incondicional, la sensación de seguridad va aumentando poco a poco, nuestra incondicionalidad le proporciona la seguridad de ser valorado y válido. En el proceso de escucha y acompañamiento, se va impregnando de nuestra seguridad, van surgiendo las dudas, preguntas, necesidades, los verdaderos miedos e inseguridades y se hace con la seguridad y las herramientas necesarias para sentirse capaz de transitar el proceso. 

 

La conexión que se deriva de este camino juntos genera una nueva oportunidad para crecer desde dentro y de manera completa, nos ofrecerá un nuevo camino que recorrer juntos y nos brindará seguridad a ambos.

 

¡¡Te invito a que lo compruebes por ti mism@!!