google2fe1c6f792688070.html

¿Qué significa para ti un entorno adaptado? Bajo mi punto de vista, se trata de un entorno adaptado a las necesidades del niñ@ sea cual sea el momento vital en que se encuentre.

Es probable que, al pensar en ambiente adaptado nos vengan ideas sobre primera infancia, sin embargo, un ambiente adaptado debe acompañar al niñ@ durante todo su periodo de desarrollo.

Desde mi experiencia y formación y, teniendo en cuenta el alubión de información que llega a los padres durante sus primeros meses de crianza o cuando deciden optar por el aprendizaje autoregulado o el homeschooling he sentido el deseo de compartir contigo los 3 beneficios principales que he  podido apreciar en este área:

COMODIDAD:  ¡Para mí es un beneficio clave! La crianza ya es una tarea que requiere de mucho tiempo y esfuerzo y es importante buscar la comodidad para rebajar en lo posible el nivel de energía necesario.

Durante los primeros años puede consistir en retirar los objetos delicados del salón, las mesas con esquinas puntiagudas, disponer de una mesita baja en la cocina para que puedan ayudar con la preparación de las comidas, poner los colchones al nivel del suelo para evitar caídas, colocar cualquier tipo de utensilio que el niño pueda necesitar a la altura adecuada…

Estas modificaciones pueden facilitarnos en gran medida el día a día, mejorar nuestra capacidad de atender otras tareas o a otros niñ@s  e incluso mejorar su confianza, que es el segundo beneficio.

CONFIANZA: Adaptar el entorno para facilitar la autonomía del niñ@ no es desatenderle, sino más bien todo lo contrario. En el momento en que tenemos disponibilidad el niñ@ puede decidir entre pedir nuestra ayuda o hacerlo por sí mismo (que así suele ser…). Sin embargo, resulta especialmente positivo en determinadas ocasiones en las que no podamos atenderles, pudiendo hacerlo ellos por sí mismos, evitando así la sensación de dependencia e incapacidad y fomentando  su autonomía. De manera natural esta confianza en uno mismo aparece tanto en padres como en hij@s, ayudando a cuidar de nuestra autoestima. Llevándonos a lo que sería el tercer beneficio, el crecimiento.

CRECIMIENTO: En este caso el crecimiento se aprecia paralelamente en dos sentidos. La confianza que obtiene el niñ@ se traduce en un crecimiento interior hacia la seguridad de sí mismo y del entorno y, a su vez, en un crecimiento en cuanto a aprendizajes. Según la pirámide de Maslow, cuando el ser humano, en este caso un niño, tiene su necesidad de seguridad cubierta, es capaz de atender su necesidad de aprendizaje y socialización.

Bajo mi punto de vista y mi experiencia, es crucial que el ambiente esté siempre, o la mayor parte del tiempo posible,  adaptado al máximo al niñ@. Para mí es como si habláramos de la tierra en que plantar una semilla, cuanto más  adecuada y fértil sea, mejor será el desarrollo de dicha planta, ¿no te parece?